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Estudiante de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables

Salvador Orellana Márquez, atleta universitario destacado: “Puedes hacerlas todas si te lo propones y te organizas”

Entrevista a Salvador Orellana, atleta universitario destacado

Con solo 23 años, Salvador Orellana Márquez, estudiante de quinto año de Ingeniería en Recursos Naturales Renovables de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, ha sabido compatibilizar dos mundos que a simple vista pueden parecer incompatibles: el rigor académico de una carrera científica y la exigencia física de la alta competencia deportiva.

Salvador, desde niño cultivó una vida activa: partió en el fútbol durante sus primeros años escolares, pero en octavo básico descubrió el atletismo en el taller de su colegio y nunca más se detuvo. Sin embargo, en 2015 enfrentó un importante desafío: fue diagnosticado con escoliosis severa, lo que lo obligó a someterse a una compleja cirugía de columna. Tras un mes en cama y varios más en rehabilitación, sorprendió a todos al retomar sus entrenamientos a los seis meses. “Fue una etapa difícil, pero me demostró que con voluntad se pueden superar grandes obstáculos”, recuerda.

Su espíritu resiliente lo ha llevado a destacarse a nivel nacional e internacional en el atletismo universitario. Uno de sus mayores logros fue el tercer lugar en los 800 metros planos en los Juegos Panamericanos Universitarios FISU América Games, realizados en noviembre de 2024 en Cali, Colombia. “Fue la primera vez que salía del país. Estar ahí, representando a la U. de Chile, fue un orgullo tremendo”, confiesa.

Conversamos con Salvador sobre cómo ha logrado mantener un equilibrio entre los estudios, el alto rendimiento deportivo y su vida personal, y qué significa para él representar a la Universidad de Chile.

 

¿Cómo has compatibilizado el estudio con el deporte?

En pandemia fue más sencillo porque teníamos clases online, lo que me daba margen para entrenar en las mañanas, entre 6 y 8. Pero al volver a la presencialidad se volvió más desafiante: clases, entrenar, llegar tarde a casa y luego seguir estudiando. Es difícil, claro, pero con organización y disciplina se logra.

¿Qué te motiva a no dejarte vencer por el cansancio?

Me motiva el deseo de superarme, de alcanzar metas y desafiarme constantemente. Me gusta competir, estar entre los mejores. Eso me impulsa todos los días.

¿Te has sentido apoyado por la Facultad para poder desarrollarte en lo deportivo?

Sí, absolutamente. Siempre he contado con la comprensión de profesores. El año pasado, por ejemplo, cuando viajé a Colombia, me dieron todas las facilidades para recuperar pruebas y clases. En otras ocasiones me han permitido modificar fechas de actividades prácticas para poder competir. Recuerdo una clínica donde me permitían entrenar muy temprano en la mañana y me autorizaron a venirme un día antes para poder competir.  El respaldo ha sido muy importante para seguir motivado compitiendo.

¿Cómo es tu rutina diaria?

Este año, como estoy con electivos, tengo un poco más de flexibilidad. Me despierto entre 7 y 8. Si no tengo clases, entreno temprano. Cuando tengo jornada en la Facultad, entreno antes o después, según el tipo de entrenamiento. Luego en la noche estudio. Hay que saber aprovechar los tiempos.

¿Hay espacio para la vida social y los hobbies?

Sí, aunque limitada. La mayoría de mis amigos también hacen deporte, así que compartimos horarios. Sabemos cuándo se puede salir de la rutina y cuándo no. Cuando no tengo competencias exigentes, aprovecho para ver a mis amigos o amigas que viven más lejos. Me encanta el Metal, voy a conciertos siempre que puedo. Me gusta andar en bicicleta, la naturaleza en general soy una persona introvertida, alegre y común y corriente.

¿Qué significa para ti representar al Campus Sur y a la Universidad de Chile?

Un orgullo. En atletismo somos pocos en el Campus, y siempre que participo me preguntan por mi carrera, les llama la atención lo del medio ambiente, el cambio climático, el cuidado de los recursos naturales, etc. Me gusta que eso visibilice lo que hacemos en nuestra Facultad. Representar a la Universidad de Chile también es muy significativo, porque junto con la Universidad Católica somos los referentes en el deporte universitario.

¿Cómo manejas la presión de rendir en ambos ámbitos?

Trato de organizarme bien. A veces coincide el cierre de semestre con competencias importantes y eso se vuelve estresante, pero al final uno aprende a equilibrar. También es importante saber cuándo descansar, algo que he aprendido con el tiempo.

¿Qué mensaje les darías a los jóvenes que quieren compatibilizar estudio y deporte?

Que sí se puede. Con disciplina, organización y constancia se pueden lograr muchas cosas. El deporte competitivo te enseña a ser ordenado, a ser perseverante, resiliente y a manejar la frustración.   Todas ellas características que te pueden servir como una guía para toda tu vida, además de los beneficios para la salud física y psicológica que ya conocemos.

 

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