Anakena, la cuna de la cultura Rapa Nui, reunió del 03 al 5 de abril pasado a expertos, dirigentes políticos, activistas y representantes de la sociedad civil, bajo un propósito común: abordar el desafío urgente de la contaminación por plásticos y microplásticos en los océanos y encontrar soluciones efectivas y sostenibles para este importante flagelo.
La profesora Paulina Aldunce Ide, académica del Departamento de Ciencias Ambientales y Recursos Naturales de la Facultad, participó en el evento como exponente oral presentando el impacto del cambio climático en el recurso hídrico especialmente en los océanos y la importancia de la toma de decisiones con respecto al tema.
“La experiencia de haber sido parte de esta importante reunión que incluyó a los líderes de los territorios de la Polinesia, los alcaldes de Chiloé, las autoridades y distintos actores sociales de Rapa Nui, los funcionarios de las Naciones Unidas, autoridades del gobierno chileno, fue sin duda muy enriquecedora toda vez que fue un trabajo colectivo y colaborativo que tuvo como resultado la firma de un compromiso de los territorios insulares del Pacífico para poder hacer frente a uno de los desastres ambientales más grandes que nos enfrentamos hoy como es la contaminación de los océanos por los residuos de plástico y micro plástico”, expresó la profesora Aldunce.
La Declaración
En los tres días de intenso debate y negociaciones, la cumbre internacional tuvo como resultado la firma de acuerdos para avanzar en la protección de los océanos y la mitigación de los graves efectos del plástico en el ecosistema.
El documento que contiene 18 puntos y que contó con la participación de más de 100 expositores, fue abordado a través de la mirada del mundo científico que proporcionó datos contundentes sobre la emergencia que enfrentan hoy los mares, recurso natural que proporciona parte importante del alimento mundial.
El texto final reconoció la existencia de una triple crisis planetaria asociada al cambio climático, la pérdida de la biodiversidad y la contaminación, así como la invaluable contribución de los Pueblos Indígenas, líderes territoriales y comunidades locales.
Tras interiorizarse en profundidad sobre el estado actual de los mares, las propuestas desarrolladas desde la innovación y la evidencia científica, los firmantes del acuerdo aseguraron que resulta de “vital importancia para la salud del planeta y el bienestar humano el contar con ecosistemas marítimos y costeros saludables, los cuales son fundamentales para el desarrollo sostenible de nuestras comunidades”.
Asimismo, se acogió con beneplácito la adopción del Marco Mundial de Biodiversidad Kumming Montreal, incluidos sus objetivos y metas que contribuirán a la protección de los océanos, y destacando la importancia de la conservación, restauración y uso sostenible de la biodiversidad marina y costera como elemento transversal del marco que es clave para lograr la Visión 2050 para la Biodiversidad.
La declaración expresa el compromiso de adoptar una “gobernanza marítima efectiva y a “acelerar acciones concretas orientadas a proteger, conservar y usar de manera sostenible nuestros océanos promoviendo activamente los mecanismos que incrementen su resiliencia, especialmente entre los pueblos indígenas y las comunidades locales costeras”.
De la misma forma, plantea la necesidad de seguir promoviendo la investigación científica y su difusión, al igual que la educación ambiental, especialmente entre las nuevas generaciones. Tras horas de intensas negociaciones, los líderes coincidieron en fortalecer la cooperación entre los distintos territorios “con el fin de adoptar un paquete de acciones y medios de implementación en las respectivas jurisdicciones”.
“En este sentido, alentar y apoyar el trabajo que se está llevando el Comité Intergubernamental de Negociaciones por mandato de la resolución de 5/14 de la UNEA, con el objetivo de concluir, a finales del 2024, un Instrumento Internacional Jurídicamente Vinculante que aborde el ciclo de vida completo del plástico”.
En el último punto de la declaración, hay un compromiso de los convocantes a “continuar colaborando y fortaleciendo redes para compartir buenas prácticas, experiencias e iniciativas conjuntas entre los participantes de la cumbre” que fue posible gracias a un trabajo colaborativo entre la Municipalidad de Rapa Nui, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Naciones Unidas.
Algunos antecedentes
Actualmente, se calcula que entre 9 y 14 millones de toneladas de residuos plásticos acaban en los océanos cada año, y se han encontrado residuos plásticos en todas las zonas del planeta, desde los mares más profundos hasta las montañas más remotas.
La producción de plástico también contribuye a generar enormes cantidades de gases de efecto invernadero. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente ha estimado que, de seguir con las actuales tendencias, en 2040 la producción de plástico podría representar el 19% de las emisiones totales de gases de efecto invernadero del mundo.
La contaminación por plástico y micro plástico no solo está vinculada a su producción en sí misma, sino también a otros factores como una inadecuada gestión de los residuos por parte de las comunidades, los insuficientes mecanismos de recolección y disposición final, la falta de regulaciones pertinentes, y los patrones de consumo insostenibles ligados a una economía lineal.
De esta manera, la contaminación por plásticos y micro plásticos no reconoce fronteras, se trata por tanto de un problema de alcance mundial que requiere una respuesta transversal. Es así como una serie de resoluciones se han venido adoptando para prevenir y contrarrestar la contaminación por plásticos en el medio terrestre y marino. Asimismo, y de manera más reciente en 2022, los Estados Miembros acordaron en negociar un nuevo tratado mundial para poner fin a la contaminación por plásticos, lo que se constituye como un paso histórico hacia la protección de la vida silvestre, el medio ambiente y los seres humanos de los efectos adversos de la contaminación por plásticos. Este tratado será un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que definirá qué medidas tomar y cómo deben ser aplicadas, subrayando la importancia de considerar el ciclo de vida completo del plástico a través de una economía circular, incluyendo su producción, diseño, recuperación y eliminación, en un esfuerzo global cohesionado para hacer frente a la contaminación por plástico.
(Fuente: United Nations Environment Assembly of the United Nations Environment Programme, 2016, 2018, 2019a, 2019b.End plastic pollution: Towards an international legally binding instrument (UNEP/EA.5/L.23/ Rev.1) UNEA 5.2)
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Ingrid Court Vicente - Periodista FCA