La profesora Sofía Boza, académica del Departamento de Gestión e Innovación Rural de nuestra Facultad, fue invitada a participar como ponente en el encuentro internacional “Diálogo Perspectivas del Impacto Socio/económico/cultural/ambiental de la pandemia”, el cual se llevó a cabo para compartir perspectivas de los efectos del COVID-19 desde diferentes países y disciplinas.
Académicos e investigadores de Argentina, España, México, Brasil, Costa Rica, Marruecos, Jordania e Israel expusieron frente a una audiencia virtual de más de 500 personas en el encuentro, organizado por la Red Iberoamericana de Estudios del Desarrollo (RIED) en conjunto con el Instituto de Historia de las Ideas de la Universidad de la República del Uruguay.
En su ponencia, la profesora Boza se refirió a los efectos de la pandemia en la agricultura y la alimentación, con especial énfasis en el caso chileno, destacando en primer lugar que el COVID-19 se superpone a la crisis social que arrastra el país desde octubre de 2019 y que coincide con la mayor sequía que Chile ha atravesado desde que se tiene registro.
“Esta situación afectaría al sistema alimentario chileno, el cual, si bien es fundamental para la sobrevivencia, no suele estar muchas veces en el foco prioritario de las políticas públicas o del análisis económico”, enfatizó la profesora Boza.
Así mismo, la académica de nuestra Facultad, destacó que los efectos de la pandemia en el sistema alimentario chileno se dan tanto por el lado de la oferta como de la demanda, señalando que “en lo que respecta a la oferta, existirían por ejemplo potenciales problemas logísticos para poder distribuir los alimentos; así como limitaciones para los pequeños agricultores en el desarrollo de sus labores dada su avanzada edad”.
“En la demanda, afectan el previsible aumento de los niveles de pobreza, el desempleo y la reducción generalizada de la renta de los hogares. De hecho, en general, hasta ahora los problemas no han sido tanto en la disponibilidad de alimentos, sino en las posibilidades de acceso a ellos en un grupo muy relevante de la población, sobre todo por falta de recursos”, agregó la profesora Boza.
Respecto a la situación actual de Chile y las acciones ejecutadas por el sector público para apoyar a las familias, como transferencia de ingresos o provisión de cajas de alimentos no perecibles, la profesora Boza afirmó que “si bien pueden ser un alivio momentáneo para miles de hogares del país, no resuelven la preocupante situación en el mediano plazo y de manera estable”. De acuerdo con su ponencia, debiera repensarse el sistema alimentario chileno hacia el futuro, incorporando a la academia con el conocimiento que ya ha generado y con su capacidad de evaluar diferentes alternativas de acción.
“Fue una excelente oportunidad para mostrar la multiplicidad de impactos que tiene el COVID-19; los cuales, además, varían en su intensidad de país a país. Fue un agrado poder aportar con la visión desde la agricultura y la alimentación, que, si bien puede parecer muy evidente, no recibe la atención merecida pese a lo básico y esencial que es para la calidad de vida e incluso sobrevivencia de individuos y familias”, comentó para finalizar la profesora Boza sobre la experiencia de participar en este diálogo internacional.
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Francisca de la Vega Planet - Periodista Campus Sur