Fruticultura competitiva: prácticas que aumentan la productividad en labores de poda, raleo y cosecha

La actividad frutícola chilena, destinada a la exportación, se desarrolló fuerte­mente a partir de los años 80, aprovechando las ventajas que ofrecían las condi­ciones económicas en ese entonces, productos de alto valor en moneda local y un costo de mano de obra que permitía al país ser muy competitivo como productor-exportador de fruta fresca. Sin embargo, las condiciones actuales que enfrenta el sector frutícola y vitivinícola son muy distintas. En general, los productos son comparativamente de menor valor en moneda local y ha existido una pérdida de fuerza laboral, producto de la mayor demanda de otros sectores económicos, ya sea productivos o de servi­cios.

En este escenario, una de las regiones que se ve afectada fuertemente por la esca­sez de mano de obra, debido a los altos requerimientos en jornadas de trabajo, es la Región del Libertador General Bernardo O'Higgins. Para enfrentar este problema, y mantener la vitalidad del sector frutícola de la Región, la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile desarrolló el proyecto "Adaptación y transferencia de tecnología para aumentar la eficiencia de la mano de obra en frutales y viñas", el cual fue apoyado y financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O'Higgins. El objetivo del proyecto fue aumentar la eficiencia de la mano de obra, mediante la transforma­ción de los sistemas productivos y la mecanización de las labores, para mejorar la competitividad de los productores frutícolas y vitivinícolas, con el fin último de mantener esta importante actividad económica de la Región.

Este libro describe, en nueve capítulos, diversas investigaciones que pueden ser replicadas o mejoradas para afrontar la escasez de mano de obra en Chile, ya sea en cerezo, ciruelo japonés, duraznero, manzano, peral, vid de mesa y vinífera.