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Despedida y gratitud

Facultad de Ciencias Agronómicas despide con gratitud a Sandra Benavente y Víctor Zúñiga, tras décadas de entrega y compromiso

FCA despide a funcionarios tras décadas de entrega y compromiso

Con profundas muestras de cariño, la comunidad de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile reconoció la trayectoria y dedicación de Sandra Benavente Ruz y Víctor Zúñiga Becar, quienes, tras 34 y 44 años de servicio respectivamente, culminan una etapa laboral marcada por la vocación, el compromiso y el afecto hacia su segunda casa: la Facultad.

En un ambiente lleno de afecto, recuerdos y reconocimiento, la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile despidió a dos queridos integrantes de su comunidad: Sandra Benavente Ruz y Víctor Zúñiga Becar, quienes comienzan una nueva etapa en sus vidas luego de haber dedicado gran parte de ellas al crecimiento de la institución.

Una vida entre aulas, palabras y afectos

Sandra Benavente Ruz, traductora de inglés de profesión, llegó a la Facultad en 1985 para realizar su práctica profesional. Lo que comenzó como una experiencia temporal se transformó en una historia de vida: permaneció 34 años en la Facultad, primero como apoyo docente en la cátedra de inglés del Departamento de Producción Animal, y desde 2022 colaborando en el Departamento de Ciencias Ambientales.

Casada, madre de dos hijos y recientemente abuela de Magdalena —su primera nieta, nacida en septiembre—, Sandra cierra un ciclo con el corazón lleno de gratitud. “La principal motivación que tengo para dejar de trabajar es mi nieta. Quiero disfrutarla y hacer todas aquellas cosas que uno posterga por cumplir con un trabajo”, comenta con una sonrisa que refleja ternura y determinación.

Durante más de tres décadas, Sandra fue parte activa de la vida académica y humana de la Facultad. Su compromiso con la enseñanza del idioma inglés y su disposición para apoyar a estudiantes y docentes le valieron el cariño y reconocimiento de toda la comunidad. “Estoy muy agradecida de la profesora Ana María Espinoza por todo su apoyo, hice grandes amigas, era mi segunda familia. Aquí tuve la oportunidad de trabajar teniendo a mis hijos muy cerca, en la sala cuna y el jardín infantil; eso como madre y mujer se agradece siempre”, recuerda con emoción.

Ahora, su mirada se dirige hacia nuevas experiencias: “Mi plan es tener un año sabático, viajar, disfrutar a mi nieta y seguir haciendo las cosas que me gustan: leer, bailar y estar en mi casa”.

Cuatro décadas de entrega y compromiso en la Facultad

Por su parte, Víctor Zúñiga Becar deja atrás una trayectoria de más de 44 años de servicio, marcada por la dedicación, el esfuerzo y el compromiso silencioso que sostienen el quehacer cotidiano de la Facultad.

Su historia con la Universidad comenzó en agosto de 1981, cuando se incorporó al criadero de bovinos y caballos de la Estación Experimental Germán Greve Silva de Rinconada, bajo la dirección del Profesor Emérito Eduardo Porte. Con el paso del tiempo, su responsabilidad se amplió al cuidado del ganado ovino, labor que desempeñó con pasión y constancia, siempre consciente de la exigencia y la entrega que requiere el trabajo con animales.

Padre de tres hijos y abuelo de seis nietos —Pascal, Tomás, Johan, Samy, Valentina y Noemí—, Víctor se reconoce como un hombre agradecido. “Aprendí mucho con el profesor Eduardo; ha sido una vida trabajando en la Facultad, una bonita experiencia, aunque demandante por los animales, porque tuve que dedicar mucho tiempo, a veces quitándoselo a mi familia. Pero fue una linda experiencia que me permitió darles educación a mis hijos”, señala con orgullo.

Hace 15 años, fue trasladado al Área Deportiva de la Facultad, donde continuó su labor con la misma dedicación que lo caracterizó desde sus inicios. Oriundo de Rinconada de Maipú, Víctor se despide con gratitud y optimismo: “Ahora quiero seguir haciendo muchas cosas, visitar a mis familiares en el sur, salir y mantenerme activo en el deporte de correr maratones, que tuve que suspender, pero ahora quiero retomar. Estoy agradecido de la Facultad; formé una familia, amigos  y me voy contento y agradecido”.

Desde la Decanatura de la Facultad de Ciencias Agronómicas, se expresó un profundo agradecimiento por su entrega y contribución al desarrollo institucional. “Sandra y Víctor representan el espíritu más noble de nuestra Facultad: el trabajo silencioso, la dedicación constante y el compromiso con las personas. Su partida marca el cierre de una etapa, pero también el legado de su ejemplo humano y profesional”, señaló el Decano.

Con sus historias, Sandra Benavente y Víctor Zúñiga nos recuerdan que la vida universitaria se construye día a día gracias a personas que, con vocación y cariño, hacen posible que la Universidad de Chile siga siendo un espacio de crecimiento, comunidad y esperanza.

 

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