Un estudio liderado por el profesor Alan Zamorano, del Departamento de Sanidad Vegetal de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, ha identificado múltiples virus en plantas de cilantro cultivadas en la Región Metropolitana de Chile. Este trabajo, publicado en la revista científica Viruses, resalta la diversidad genética de los virus encontrados y su potencial transmisión a través de áfidos, presentando un nuevo enfoque epidemiológico para entender estas enfermedades.
El equipo de investigación estuvo compuesto por Paulina Carevic, Camila Gamboa, Weier Cui, Tomislav Curkovic, Luz Ramos y Nicola Fiore, también de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile; Pamela Córdova y Gastón Higuera del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA) de la misma universidad; y Nicolás Quiroga, del Institute of Agri-Food, Animal and Environmental Sciences (ICA3) de la Universidad de O'Higgins.
El hallazgo más destacado del estudio fue la identificación de un nuevo virus, denominado Cytorhabdovirus coriandrum. Según el profesor Zamorano, "la técnica de secuenciación masiva permitió identificar este virus con un genoma de 14.180 nucleótidos. Este tipo de tecnología nos abre las puertas para descubrir agentes virales que nunca habían sido descritos".
El estudio también documentó la presencia de siete virus diferentes en una sola planta, incluyendo el beet mosaic virus y el turnip yellows virus, nunca antes reportados en plantas de cilantro. "Es sorprendente observar que una planta pueda hospedar una carga viral tan alta, lo que evidencia la necesidad de un manejo preventivo eficaz", agregó Zamorano.
Un punto importante del estudio es que estos virus no representan ningún riesgo para la salud humana ni animal. "Los virus que infectan plantas no tienen la capacidad de infectar células animales o humanas debido a las barreras evolutivas", aseguró Zamorano, llevando tranquilidad tanto a agricultores como a consumidores.
La investigación también abordó el rol de los áfidos, conocidos comúnmente como pulgones, en la transmisión de los virus. "Estos insectos son vectores clave, ya que pueden mover una gran diversidad de especies virales de planta en planta, incluso entre cultivos y malezas aledañas", explicó Zamorano. Este descubrimiento enfatiza la importancia de implementar un manejo efectivo tanto de vectores como de malezas, que pueden actuar como reservorios de virus, para la proteger los cultivos en la agricultura familiar campesina.
Este trabajo tiene implicaciones significativas para la agricultura familiar campesina, especieamante en cultivos como el cilantro, que aunque posee un bajo impacto económico, es de alta relevancia para los pequeños agricultores. "La falta de prácticas agronómicas adecuadas y el manejo limitado de malezas facilitan la propagación de estas enfermedades", explicó el investigador Uchile. En este contexto, el profesor hizo un llamado a fortalecer las estrategias de prevención, destacando que "en el caso de las enfermedades virales, no existe cura en campo; la única opción es la prevención de la infección".
La investigación, que incluyó un análisis detallado de la interacción entre virus, vectores y reservorios, plantea nuevos desafíos para el desarrollo de políticas agrícolas. "Este estudio es solo el comienzo; necesitamos continuar investigando cómo estos virus impactan a otros cultivos hortícolas y cómo mitigar sus efectos en el futuro", concluyó Zamorano.
El paper completo puede consultarse en el siguiente enlace: Old and New Aphid-Borne Viruses in Coriander in Chile.
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Carolina Aliaga, Prensa Uchile.