La Conferencia global para el cambio climático celebrada en Glasgow, Escocia, durante el 31 de octubre y el pasado 12 de noviembre, logró que casi 200 países asistentes a la instancia firmaran un acuerdo que, aunque no es vinculante, busca establecer una agenda global por el cuidado del Medioambiente, con la finalidad de frenar el cambio climático, todo esto a suceder durante la próxima década, dando un especial énfasis en que las naciones de mayores recursos a que dupliquen el financiamiento entregado para que los países en vías de desarrollo puedan adaptarse a esta realidad para el 2025.
Entre los puntos clave que lograron ser acordados a través del nuevo “Acuerdo de Glasgow”, los países se comprometieron a duplicar los fondos (en países desarrollados) entregados a combatir el cambio climático. Además, se solicita que todos los países puedan actualizar las metas que cada país tendrá para la reducción del carbono a 2030. En tercer lugar, el documento busca que los países reduzcan gradualmente el uso del carbón como fuente de energía. También se hace un énfasis en aumentar significativamente el apoyo a países en desarrollo. Finalmente, se buscará establecer un diálogo para analizar cómo las riquezas han dañado el medioambiente.
Pese a lo anterior, este acuerdo aún no es lo suficientemente ambicioso respecto de las metas que los países deberían tener para lograr frenar el cambio climático. En este sentido, el texto final menciona la importancia del descenso gradual en el uso del carbón, pero no en la eliminación gradual de la utilización de este combustible fósil.
Acuerdos paralelos en la COP26
De forma sorpresiva, las dos grandes potencias mundiales (Estados Unidos y China) se comprometieron a través de una declaración conjunta que tomarían medidas para enfrentar problemáticas relacionadas con las emisiones de metano, la descarbonización y una transición hacia energías limpias.
Adicionalmente, en relación con la deforestación, más de 100 países se comprometieron a frenar dichos procesos. La meta final para el cumplimiento de este objetivo está fijada para 2030. A diferencia de iniciativas anteriores (y similares a ésta), en este caso el objetivo busca tener una vigilancia y financiamiento para que se logre frenar la deforestación de los bosques.
Por otra parte, la cumbre fue el lugar para anunciar un programa de reducción de las emisiones de gas metano para 2030 en un 30 por ciento, este acuerdo fue firmado por cerca de cien países, sin embargo, tres de los grandes emisores (China, Rusia e India) decidieron no sumarse en esta iniciativa.
Finalmente, respecto del uso del carbón se acordó reducir de forma explícita su uso, situación que ocurre por primera vez en una cumbre climática. La intención es reducir gradualmente el uso de este combustible, situación que se espera pueda ser firmada por todos los países, ya que algunos de los grandes dependientes de este mineral decidieran apartarse de este acuerdo, como Estados Unidos, Australia, India o China.