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Cardiólogos Analizan Protección en Procedimientos con Rayos X

Cardiólogos Analizan Protección en Procedimientos con Rayos X

El uso de esta tecnología puede llegar a derivar en consecuencias desde pérdida del cabello hasta aumento de riesgo de cáncer.

Un impacto equivalente de hasta 1.000 radiografías podría recibir una persona que es sometida a un procedimiento de cardiología intervencional, con eventuales secuelas de diverso tipo. Aunque la relación costo-beneficio en estas intervenciones es pese a ello favorable, la utilización de dicho recurso representa un riesgo que actualmente se está abordando con mayor atención por parte de la comunidad científica.

Así lo afirmó el Dr. Eliseo Vañó, académico de la Universidad Complutense de Madrid y facultativo del Hospital San Carlos, de esa ciudad, quien participa desde hoy y hasta el miércoles en el Taller Regional de Protección Radiológica en la Práctica de la Cardiología Intervencional, organizado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) -dependiente de Naciones Unidas- con la colaboración de la Comisión Chilena de Energía Nuclear (Cchen) y del Hospital Clínico.

El evento se está efectuado en la sala Eloísa Díaz de la Casa Central y congrega a cardiólogos, físicos médicos y tecnólogos médicos de Latinoamérica y España.

Abriendo las exposiciones, el Dr. Vañó, explicó que la radiación ionizante usada en procedimientos, tales como angioplastias, extracción de cable de marcapasos y braquiterapias puede provocar efectos a nivel subcelular, que se traducen en pérdida del cabello, descamación, ampollas, úlceras, necrosis de tejidos y también en aumento de riesgo de cáncer.

“Hay casos en que los pacientes reciben dosis de radiación que, en un único procedimiento, puede ser dos, tres veces o cuatro veces la máxima dosis de radiación que se le permite recibir a un trabajador de una central nuclear durante un año”, afirmó el Dr. Vañó.

Médicos no están libres de secuelas

Agregó que esto se debe, entre otros factores, a falta de entrenamiento adecuado por parte de los profesionales a cargo y al uso de equipamiento obsoleto. Por ello, recomendó orientar los esfuerzos para corregir estos aspectos y a tomar precauciones, tales como revisar previamente la historia clínica del paciente y teniendo especial cuidado con las personas que padecen de diabetes y lupus eritematoso.

Desde otra perspectiva, recalcó que los efectos no deseados de la cardiología intervencional alcanzan, también, de manera importante a los facultativos. “Ustedes son los profesionales que tienen más riesgo radiológico en todo el campo médico, más que los radioterapeutas, más que los especialistas en medicina nuclear y más que los trabajadores en las centrales nucleares”, sostuvo.

Por su parte, el Dr. Alfredo Ramírez, integrante del Centro Cardiovascular del Hospital Clínico y organizador del encuentro, indicó que el tema es abordado en la Casa de Bello a través del Comité de Protección Radiológica, que encabeza el Dr. Leandro Biagini, Director Médico del centro asistencial universitario.

Añadió que desde 1999 se incorporaron a esta labor profesionales de la física, denominados, físicos médicos, y que en la actualidad existe un trabajo conjunto con las facultades de Ciencias y de Medicina dirigido a la formación de recursos humanos especializados.

Galería de fotos

Dr. Eliseo Vañó y Dr. Pedro Ortiz, Jefe del Depto. de Protección Radiológica del OIEA.
Dr. Eliseo Vañó y Dr. Pedro Ortiz, Jefe del Depto. de Protección Radiológica del OIEA.
Dr. Arturo Ramírez y Dr. Eliseo Vañó.
Dr. Arturo Ramírez y Dr. Eliseo Vañó.