Historia
La Facultad de Ciencias Agronómicas es la heredera de una larga tradición en la enseñanza agronómica de Chile.
La Facultad de Ciencias Agronómicas es la heredera de una larga tradición en la enseñanza agronómica de Chile. Su historia se remonta a comienzos del Siglo XIX, cuando en 1841 el Gobierno de Chile adquiere un predio con el objeto de crear un campo experimental agrícola, didáctico y educacional. Dicho predio pasó a llamarse Quinta Normal de Agricultura y en él se construyó y estableció, en 1843, la Escuela de Agricultura, que tuvo por misión capacitar a los trabajadores agrícolas chilenos.
El Instituto Agronómico
A dicha instancia se sumaría, en 1871, la Escuela Práctica de Agricultura, ubicada en la misma Quinta Normal y gestionada por la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA). En 1876, ésta pasa a llamarse Instituto Agrícola de Chile, institución desde la cual se sentarían las bases de la enseñanza agronómica superior en el país.
En 1905 el Instituto Agrícola de Chile reorganiza su plan de estudios, amplía la duración de su programa y modifica la forma de titulación. Estos cambios permitieron que los primeros titulados bajo esta nueva modalidad lo hicieran con el título de Ingeniero Agrónomo, desapareciendo la categoría de Agrónomo, que se otorgaba hasta entonces.
En 1915, el Instituto Agrícola pasa a llamarse Instituto Agronómico de Chile. Hasta entonces, la enseñanza agronómica tenía principalmente una orientación práctica, aunque ya a partir de 1900, con la reorganización del plan de estudios, se le da una mejor formación básica a los estudiantes, al tiempo que se inicia un programa de becas para que los alumnos más aventajados pudieran perfeccionarse en el extranjero para luego volver a transmitir a sus compañeros los conocimientos adquiridos. Se inicia, de esta forma, un cuerpo auxiliar de docentes e investigadores que apoyaron a los profesores titulares.
En 1920, en la misma Quinta Normal, se construyó el llamado "Palacio Versalles", edificio neoclásico diseñado por el arquitecto Alberto Cruz Montt, con posteriores intervenciones de la oficina Cruzat – Kulczewski, para albergar al Instituto Agronómico. Hoy ese edificio alberga a una de las sedes del Museo de Arte contemporáneo de la Universidad de Chile.
Bajo la Casa de Bello
En 1927, el Instituto Agronómico es traspasado a la Universidad de Chile, que lo transforma en la Facultad de Agronomía y Medicina Veterinaria y que ofrecía dos carreras: la de Ingeniería Agronómica y la de Medicina Veterinaria. La alta demanda y la especialización de ambos programas permiten su escisión, de manera que a partir de 1938, se crean dos facultades independientes: la Facultad de Agronomía y la Facultad de Medicina Veterinaria, que siguen ocupando la misma sede (“Palacio Versalles”).
En 1933, bajo la rectoría del Prof. Juvenal Hernández y el decanato de Germán Greve, la Universidad adquiere la Hacienda Rinconada de Lo Cerda en Maipú, en parte para suplir la falta de espacio que presentaba por entonces la sede de Quinta Normal. Ésta última, sin embargo, siguió albergando a la Facultad y a su edificio principal.
En la Hacienda Rinconada de Lo Cerda se construye un internado para recibir a los alumnos de los cursos superiores y brindarles la oportunidad de realizar sus prácticas profesionales.
Diversas circunstancias (entre otras el terremoto del 23 de febrero de 1965, que dañó seriamente tanto las instalaciones de la Quinta Normal como las de la Hacienda Rinconada) obligaron a buscar una nueva localización para la Facultad. Esta llegó ese mismo año, cuando la Universidad adquiere los terrenos de los fundos El Rosal y La Carmelina, ubicados en la entonces comuna de la Granja (hoy La Pintana), para inaugurar en 1969 su nueva sede.
Presente
Hoy, el Campus Antumapu sigue siendo la casa principal de nuestra Facultad. En 1997, atendiendo a las demandas de un mundo cada vez más sensible al desarrollo sostenible y los problemas ambientales provocados por la industrialización, la Facultad extiende su campo de estudios y crea la carrera de Ingeniería de Recursos Naturales Renovables, junto a una serie de programas de posgrado que han buscado, a lo largo de los años, satisfacer estas urgentes necesidades.
